Construido entre 1571 y 1578 para Franco Lercari, poderoso político y banquero genovés al servicio de Carlos V, el edificio gracias a su magnificencia, fue inscrito en las listas de los “rolli” desde 1576, siempre en el “primo bussolo”. Pasó a manos de la familia Parodi en 1845, que todavía posee la propiedad.

Particularmente refinado el tratamiento de las superficies también en correspondencia con el suelo: tratado con almohadilla, realizado enteramente en piedra de Finale, está marcado por lesenas, de orden dórico "rústico" con bugne "a punta de diamante" y abierto en correspondencia con el portal marmóreo, realizado por Taddeo Carlone y compuesto por dos telamonios con narices recortadas, referencia directa a la singular historia protagonizada por Megollo Lercari, antepasado del cliente y espejo de sus propias virtudes y capacidad de negociación.