El aspecto actual del palacio, donado en el 1999 por Belimbau, últimos propietarios, a la universidad de los Studi di Génova, y fruto de una serie de intervenciones que han dado interés a los aspectos arquitectónicos y decorativos tanto de los interiores como de los exteriores.

En el edificio vivieron varios propietarios y a partir de la mitad del XVII siglo la residencia debió ser destinada principalmente al alquiler durante gran parte del siglo XVIII. Hacia el final de setecientos la vivienda paso a la familia Cambiasso que se preocupó por renovar la fachada y algunos espacios internos confiando regularmente el encargo al arquitecto Tesino Giovanni Battista Pellegrini.

En el apartamento del piso principal, que da a la plaza de la Nunziata, es posible admirar la extraordinaria decoración ilusoria a fresco de Lazzaro Tavarone realizada aproximadamente en el 1610, extraordinario marco a la narración del primer viaje de Cristóbal Colon, que se desarrolla en el recuadro central de las bóvedas y los biseles.