De la Edad Media al Barroco, del racionalismo a las huellas de Art Noveau, del romanticismo al neogótico. En Génova, entre el mar y las montañas, hay testimonios arquitectónicos y artísticos de todas las edades: es una ciudad escénica, cuya esencia se revela claramente en las obras de Lele Luzzati.
Sobre todo en el centro histórico, las calles y las plazas conviven a una distancia donde se pueden encontrar edificios construidos en épocas muy diferentes. La mayoría de los edificios antiguos en esta área datan de los siglos XII y XIII, pero a menudo sufrieron modificaciones sucesivas, y las nuevas construcciones se han unido a las antiguas, creando una mezcla fascinante de épocas y estilos.
Muchos factores han contribuido a la variedad de la arquitectura genovesa: el hábito de aprovechar los materiales existentes, a menudo reciclados, recuperados de edificios anteriores, las numerosas transformaciones y ampliaciones de edificios e iglesias preexistentes ocurrieron en períodos de bienestar económico y crecimiento de la ciudad, seguido de cambios urbanos para mejorar la red de carreteras de la ciudad y la destrucción provocada por el bombardeo con reconstrucciones posteriores. La ciudad ha sido atacada al menos en tres ocasiones: el bombardeo del mar provocado por la flota francesa en 1684, el ataque con el que los Savoya reprimieron los movimientos de independencia de 1849 y los perpetrados por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Es una larga historia de transformaciones y intervenciones arquitectónicas y urbanas de gran calidad, por lo que en Génova los entusiastas de la arquitectura pueden satisfacer todos sus deseos. Aquellos que quieran embarcarse en un viaje en la Edad Media sin duda irán en busca de señales y rutas en el centro histórico. El barroco encuentra su expresión especialmente en las iglesias y oratorios del centro histórico, así como en los espléndidos Palazzi dei Rolli. Aquellos que aman Art Nouvea encontrarán testimonios elegantes en la tranquilidad de las calles rectas y las avenidas bordeadas de árboles de la Foce, donde incluso el racionalismo ha dejado rastros de valor, especialmente en Piazza della Vittoria y Via delle Brigate Partigiane.
Aquellos que adoran la arquitectura contemporánea no pueden perderse el Viejo Puerto devuelto a la ciudad por uno de los mejores arquitectos contemporáneos: el genovés Renzo Piano.